¿Lo sabías?

Pues sí, Mac Lean diseño la teoría del cerebro triuno dividiendo tres partes del encéfalo que tienen características independientes: el cerebro reptil, el límbico y el neocortex.

 

El cerebro Reptil, Límbico y Neocortex.

 

CEREBRO REPTIL

Es el más antiguo de todos, el primitivo, el que compartimos con los reptiles. Este cerebro se encarga de hacer cosas por nosotros, es decir, es donde tenemos los instintos, donde se controla la respiración, el ritmo cardíaco, la presión sanguínea, el equilibrio y participa en la expansión y contracción muscular. Gracias a nuestra parte reptil, podemos alejarnos de las cosas que no nos gustan o acercarnos a las que sí nos atraen. Aquí tenemos patrones de comportamiento como el ataque, la huida y la defensa. Por ejemplo, cuando vamos andando, nadie va pensando “ahora un paso adelante, para busca el equilibrio, ahora contrae los músculos y vamos a adelantar la siguiente
pierna…”. Otro ejemplo lo encontramos cuando vamos conduciendo y de repente esquivamos algo que se nos ha cruzado sin saber muy bien cómo. Si nos hubiésemos parado a pensar, posiblemente habríamos tenido un accidente, por lo que en estas situaciones, es el cerebro reptil el que toma el mando y “hace sin preguntarnos”.

CEREBRO LÍMBICO

En este cerebro es donde encontramos las emociones, por eso podemos decir que es el cerebro que siente. Mac Lean dice que compartimos este cerebro con los animales, en concreto con los mamíferos inferiores. Aquí tenemos experiencias y emociones como el amor, la alegría, el miedo, la tristeza, el enfado y nuestras motivaciones básicas. Su función principal es controlar nuestra vida emotiva. El desbalance de este sistema conduce a depresiones severas,
estallidos de ira, entre otros trastornos asociados. Se considera la conexión entre el cerebro reptil y el neocortex, y, además, es el que más se deja afectar por el entorno (además está conectado con el sentido del gusto y
del olfato). Desde el punto de vista temporal, tiene la capacidad de traernos el pasado, al presente
y se considera “el almacén del sufrimiento”.

NEOCORTEX

Evolutivamente hablando es el más reciente. Este cerebro es el que se divide en hemisferio izquierdo y derecho, y es el que nos permite pensar, hablar, percibir, imaginar, analizar y comportarnos como seres civilizados. Además, está conectado con el sentido de la vista, el oído y el tacto. A rasgos generales, además de en los dos hemisferios, se divide por lóbulos: frontal, temporal, parietal y occipital.

 

Supera las situaciones dolorosas con Método SHEC.

Pues bien, simplificando mucho, cuando nos sucede un evento traumático (desde algo realmente grave a algo que no nos esperábamos y en otra situación no nos habría supuesto nada), éste se procesa con el cerebro reptil, con los instintos, es decir, actuamos sin pensar. Cuando pasa al límbico, como tiene tanta carga emocional no podemos procesarlo correctamente con el neocortex, quedando enquistado en el hemisferio derecho de este cerebro. Esto nos produce dolor en nuestro presente por algo del pasado. Por ejemplo, cuando recordamos algo que pasó hace tiempo y se nos quiebra la voz que nos cuesta acabar por la tristeza que nos invade; cuando recordamos algo y nos enfadamos al instante, etc., posiblemente nos esté indicando que eso se guardó como trauma y, consecuentemente, no está bien procesado, por lo que nos sigue generando sufrimiento aun habiendo pasado ya hace mucho tiempo.

Si es tu caso, y quieres procesar aquello que aún hoy te genera dolor al recordar, pide información sobre la intervención con método SHEC, y te ayudaremos a reprocesar aquello que te genera malestar. En Inicia Sarabia contamos con psicólogos que se adaptan perfectamente a las necesidades particulares de cada caso y persona que atiende.

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