El término micromachismo se refiere a la práctica de violencia en la vida cotidiana de forma tan sutil que pasa desapercibida pero que refleja y perpetua las actitudes machistas y la desigualdad de las mujeres respecto a los hombres. Se trata de prácticas que se han naturalizado en nuestro día a día, en contraste con otras formas de violencia machista denunciadas y condenadas habitualmente. El prefijo “micro” hace referencia por tanto a que pasan desapercibido, no a que no sea importante.
Por ejemplo, hablamos de micromachismo cuando damos por hecho que el apellido del padre va delante del apellido de la madre en los hijos; en la educación para la prevención de violaciones, se enseña a las chicas métodos de protección de posibles abusadores o lugares de riesgo en lugar prevenir este tipo de delincuencia enfocado en el agresor. Esta es una manera de naturalizar la desigualdad.
A modo de crítica social, se ha elaborado una lista con 10 puntos importantes a considerar para acabar con las violaciones centrados en él:
- No pongas drogas en las bebidas de las mujeres. Si no está despierta no podrá darte su consentimiento.
- Cuando una mujer camina sola por la calle, déjala en paz. Qué necesidad de darle una opinión sobre su cuerpo que ella no solicitó, cualquiera que esta sea.
- Si te detienes a ayudar a una mujer cuyo coche se ha roto, no la violes. Aunque la hayas ayudado, no te debe sexo.
- Si estás en el ascensor y una mujer sube, no la violes. Y esto aplica para cualquier otro lugar donde estés solo con una mujer y no tenga a dónde ir o quién la ayude.
- Nunca entres a la casa de una mujer por una ventana o una puerta abierta. Tampoco la asustes saliendo detrás de su carro y, por supuesto, no la violes.
- ¡Usa el sistema de los amigos! Si no te crees capaz de evitar violar a otras personas, pídele a un amigo que se quede contigo un rato mientras estén en público. Pero por favor, intenta contenerte.
- No tengas sexo con alguien dormido o inconsciente, es violación. Si es incapaz de darte su consentimiento explícito y de todas maneras tienes sexo con ella, siento decirlo, pero es violación.
- Carga con un silbato si te preocupa que vayas a violar a alguien por “accidente”. Se lo puedes dar al amigo que te acompaña para que pida ayuda.
- No te olvides: la honestidad es la mejor política. Si tienes la intención de tener sexo con la persona con la que estés, independientemente de su intención al respecto, dile directamente que hay altas posibilidades de que la violes. Si no se lo dices, hay una buena probabilidad de que piense que no lo harás, e inadvertidamente se sentirá segura contigo.
- No es tan complicado respetar a otros. Es lo que nos permite vivir en sociedad, y si tus derechos terminan donde empiezan los del otro, la conclusión es: no violes. Punto.
Los micromachismos sirven para mantener la “tarjeta VIP” que pertenece a los hombres solo por el hecho de serlo. Podemos diferenciar los siguientes tipos de micromachismo:
- Utilitario: los que acontecen en el día a día mediante los cuales se consigue un beneficio. Por ejemplo: Dar por hecho que las tareas de la casa pertenecen a la mujer.
- Encubierto: se buscar imponer la verdad masculina sobre la de la mujer para mantener la voluntad del hombre coartando los deseos de ella. Inocentización, paternalismo, desautorizaciones, etc. Por ejemplo: “no molestes a papa que ha llegado muy cansado del trabajo”.
- Crisis: cuando aparece una situación que desequilibra el estatus del hombre. Por ejemplo: la mujer decide incorporarse al mundo laboral.
- Coercitivo: insistencia abusiva para retener y mantener a la pareja. Por ejemplo: si es el hombre el que trabaja, que use su poder económico para manipular a la mujer creando una situación de dependencia.
Por otra parte, los micromachismos están enormemente presentes en los medios de comunicación ya que éstos tienen una gran influencia sobre la población. Por ejemplo, tanto hombres como mujeres están presentes en los medios, en cambio, las secciones protagonizadas por hombres como política, tienen una mayor relevancia y duración. Además, cuando las mujeres participan en los medios por sus méritos profesionales, son expuestas a críticas no sólo por lo que digan sino por como vistan o que peinado lleven, convirtiéndose en un escaparate de moda. Por otra parte, encontramos ejemplos de micromachismo cuando, por ejemplo, la brecha salarial entre ambos sexos se menciona en la sección de sociedad antes que en la de economía, o en anuncios de televisión en los que se feminiza e incluso ridiculiza a los hombres para que hagan tareas del hogar como es el caso de la publicidad de Puntomatic “ellos también pueden”.
¿Cómo podemos contribuir a eliminar los micromachismos?
Partimos de que lo fundamental es que veamos que el mundo está construido por el patriarcado y que fomentar la igualdad no radica en la actuación de la mujer sino en la visión del hombre. Tengamos en cuenta que no somos contrincantes, todos vamos en el equipo de los seres humanos. Las diferencias existen entre hombres y mujeres, pero también entre hombres y hombres y mujeres y mujeres. Somos diferentes y no por ello desiguales.
Hay que reivindicar el hoy, pero también hay que formar desde pequeños ya que la educación es la mejor arma de prevención y de igualdad. Y no solo se educa explicando, sino actuando como modelo. Tengamos presente que lo mejor que tienen los hijos son los padres, por lo que, si te formas, serás una buena herramienta en su educación. Si no te trabajas tus mitos y prejuicios, los transmitirás a tus hijos.
Es importante destacar que en los colegios es necesario que se incluya formación para la vida y no sólo en un taller puntual sino a lo largo de toda la etapa escolar. Principalmente,
- La educación en valores (respeto al otro y a ti mismo, constancia, honestidad, …).
- Formación en habilidades sociales y emocionales (asertividad, autoestima, …).
Debemos ser conscientes desde que nuestros hijos son pequeños, de las tremendas consecuencias que, en su adolescencia, puede tener no haber fomentado estos valores y habilidades en los primeros 13 años de vida en los que los niños se empapan de los valores familiares. Por ejemplo, una adolescente de 16 años que comienza una relación con un chico que la controla el móvil. Si no ha recibido una educación en autoestima y valía personal durante su vida, cuando le quieras hacer ver que ella vale más y que eso no lo puede consentir, no servirá de mucho si durante toda su vida no le has dicho que ella vale.
Romper los micromachismos es tarea de todos, ¿te apuntas?
Fdo.: Natalia Gracia Sánchez y Cristina Pérez Belmonte