Los divorcios y separaciones aumentan tras las vacaciones de verano. Normalmente con la rutina vamos tapando los problemas y nunca se ve el momento de resolverlos, pero en vacaciones afloran. Y es que, la mayoría de las veces, tanto en películas, series, como con familia, amigos, … se nos enseña cómo empezar una relación de pareja, qué hacer o no hacer para conseguir ese amor, pero… ¿quién nos habla de cómo mantenerlo?

En la sociedad, tenemos muchos mitos referentes al tema del amor, de la pareja, los sentimientos… y uno de ellos es que “hay que aguantar todo por amor” ya que “el amor todo lo puede”. Pues nada más lejos de la realidad. Estas afirmaciones incluyen posibilidad de violencia tanto física como verbal, así como el tener que “aguantar” cualquier cosa.

Es cierto que el amor requiere esfuerzo al igual que requiere de inversión en la pareja. Pongamos un ejemplo claro. Pensemos en una cuenta bancaria. Cuanto más invertimos e ingresamos dinero, más saldo disponible tenemos para que, en las épocas de crisis, podamos sacar sin llegar a tener números rojos. Pero, si no inviertes en ella, ¿de verdad esperas mirar un día el saldo y que se haya multiplicado? ¿esperas que, si solo sacas dinero de esa cuenta, no llegues nunca a números rojos? Algo similar pasa en la pareja. Tendemos a hacer cosas positivas por la pareja sólo al inicio de la relación, como método de conquista. Con el tiempo, muchas parejas dejan de hacer actividades juntos, de compartir momentos, intimidad…, es decir, dejan de invertir en ellos. En cambio, a su vez, aumentan cada vez más las discusiones y aspectos negativos dentro de la pareja. Esto sería similar a sacar los ahorros de la cuenta, a “aguantar por los buenos momentos que tuvimos”. Pero llega un momento en que el recuerdo de que te quise no es suficiente, y esto lleva a que la probabilidad de separación se dispare porque “ya no te aguanto”. Y es normal, si durante los primeros años nos dedicamos a cuidarnos y llegados a un punto, vamos dejándonos y sólo estirando de la cuerda que nos une, se acabará rompiendo. Se trata de, pasito a pasito, volver a juntarnos en el centro e incluso volver a saltar juntos con esa cuerda, como equipo.

Por tanto, si quieres mantener a tu pareja, y ya no mantener, sino estar satisfechos juntos, es tan fácil como seguir compartiendo momentos juntos exclusivos en pareja (aunque también tengáis hijos, amigos y familia, este tiempo debe ser diferente). Vamos a alimentar los tres componentes del amor (intimidad, pasión y compromiso) y a seguir construyendo juntos en la misma dirección.

Claves para compartir momentos en la rutina del día a día:

  • Resérvate un hueco para tu pareja: Es cierto que muchas personas llegan un ritmo de trabajo muy duro, y luego llegan a casa y tienen obligaciones que cumplir. Este apartado se refiere a tener algún detalle con tu pareja, intentar hacer algo agradable por él/ella cada día. Ejemplos: manda un whatsapp a mitad de mañana interesándote por él/ella, cenar o comer juntos, dale un abrazo al llegar a casa…
  • Ambiente: Se trata de adornar algo que hacéis de forma rutinaria, es decir, poner una vela cenando, música en lugar de la tele, etc.
  • Planea actividades: Si en tu día a día no te queda mucho tiempo libre, una buena forma de generar intimidad e ilusión es hacer planes. Esto significa, por ejemplo, hablar sobre qué hacer para aprovechar el fin de semana juntos.
  • Propón alguna actividad diferente: puede ser algo que le guste a tu pareja y tú normalmente no suelas participar, hacer alguna escapada (aunque sea al pueblo de al lado), etc.
    Si necesitáis más estrategias para potenciar vuestra pareja y queréis aprender a manejar los malos momentos,

Si creéis que estáis pasando por un momento difícil en pareja o necesitáis aclarar la situación para tomar una decisión…

PONEROS EN CONTACTO CON INICIA SARABIA PSICOLOGÍA.

Fdo.:Cristina Pérez Belmonte

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