A muchos nos ha pasado y nos pasa que cuando estamos más estresados o el trabajo es mayor nos da ansiedad por la comida, especialmente por el dulce. Muchas veces habréis oído que es porqué el cerebro funciona con azúcar y al estar dándole vuelvas al “coco” se produce un bajón, pero la cosa no es exactamente eso. Con la alimentación de diario y por desgracia con muchos de los productos que venden en los mercados actualmente, aportamos una cantidad exageradamente alta de azúcar que supera los niveles necesarios del cuerpo.
Cuando estamos estresados, el cuerpo genera una serie de mecanismos internos que hacen que aumenten las necesidades de energía, pero a no ser que seas una persona excesivamente delgada y sin reservas de grasa por ninguna parte, con la que tenemos almacenada tenemos de sobra para aguantar el achaque, nadie se muere desnutrido por un ataque de ansiedad.
Pero claro, ¿qué pasa cuando nos da el ataque y nos entra la gula, en la mayoría de los casos por el dulce? La respuesta es sencilla hay que intentar combatirlo con alimentos sanos y no perjudiciales para la salud. Por eso hoy os traigo unos consejos sobre cómo afrontar esas ganas de comernos la despensa entera, sobre todo cuando volvemos de trabajar.
- No te saltes comidas; si comes de 5 a 6 veces al día, vas a evitar el tener hambre y la tentación de abrir la nevera. Además conseguimos que el metabolismo se regule y no haya bajones de azúcar debido a ese estrés generado durante el día.
- Si te da por el dulce, la mañana o la merienda utiliza productos como tostada integral con mermelada light o yogurt con trocitos de chocolate o incluso una infusión con 2-3 galletas integrales.
- Si te da muchísimas ganas de comer dulce tomáte primero una fruta, si no se te pasa a la media hora una infusión calentita y si aun así sigues con ganas de “zamparte una napolitana de chocolate” date un mini capricho pero se consciente de lo que estás haciendo y del producto que utilizas (una onza de chocolate, algún postre o bizcocho casero, etc)
- Sal a hacer ejercicio, cuando te dé el momento de ir a la nevera, vete a la calle, pasea, haz yoga o practica algún deporte no muy exagerado que te permina salir de casa y no tener la tentación.
- Búscate un hobbie, si tienes tiempo libre que te permite estar en casa pensando en la comida, ocúpalo. Actividades como pintar, leer un libro, ir a bailar, ir a algún curso o taller, nos hacen distraernos y mantener la mente ocupada para no obsesionarnos con la comida y nos permiten liberarnos del estrés inicial que nos genera esa ansiedad.
Bueno pues estos son algunos de los consejos que podemos aplicar para ponerle fuerza de voluntad y seguir manteniendo hábitos saludables sin recurrir a productos insanos como la bollería industrial, los chocolates (que sí, hasta el negro puro tiene mucha grasa aunque no tenga azúcar)o los zumos industriales.
De todas formas, estad atentos al blog porque si tenéis dudas sobre este u otros temas de alimentación vamos a ir haciendo charlas, sobre las que ya os pondremos más información.