CEREALES DE DESAYUNO

Lo que dicen los anuncios: Aparecen como el alimento más saludable que puedes ingerir cuando te levantas. Y parece que hay versiones para todos los públicos: niños, mujeres que cuidan de su figura, tipos que lo dan todo en el gym…

La realidad: ¿Le has dado la vuelta a las cajas de cereales alguna vez? Te sorprendería ver que lo que más cambia es el embalaje. Si te fijas en la información nutricional, la gran mayoría tienen las mismas calorías y llevan grandes cantidades de azúcar añadido.

Mi consejo: Elige los cereales que estén elaborados con granos integrales y que tengan la menor cantidad de azúcar añadido. Si quieres que contengan fruta, añádela tú mismo.

 

GALLETAS INTEGRALES

Lo que dicen los anuncios
: Deleitarse con un dulce está bien y mejor si es una sanísima galleta elaborada con harina integral, que te aportará fibra y ni un gramo de más. ¿Suena como muy tentador no?

La realidad: Son altamente calóricas, casi tanto como las no integrales. También aportan azúcares simples y grasas. Y por si fuera poco, la mayoría de la grasa que se emplea para su elaboración proviene del aceite de palma.

Mi consejo: No las comas a diario. Pero si te das el capricho, comprueba que estén elaboradas con grano entero. Es decir, que la harina sea 100% integral y escógelas con el aceite de oliva o de girasol. Pasa de las que llevan fruta porque aportan azúcar.

 

TORTITAS DE ARROZ
Lo que dicen los anuncios: Snack ligero pensado para quitarte el gusanillo entre horas. Ideal para cuidar de tu salud y tu línea, ya que aportan pocas calorías. Vamos, que crees que puedes picar todas las tortitas que quieras sin engordar ni un gramo.

La realidad: Sin contar con el sabor que tienen, nutricionalmente te aportan carbohidratos, en la mayor parte de los casos refinados, y elevadísima cantidad de sal. Además, su riqueza en otros nutrientes es casi nulo.

Mi consejo: No las escojas como un snack habitual porque, sean o no integrales, te están aportando un alto nivel de sodio. Huye de las que lleven chocolate o yogur, ya que contienen azúcar. Para picar entre horas, mejor fruta o frutos secos.

 

LECHE SIN LACTOSA
Lo que dicen los anuncios: Lácteos sin molestias digestivas. Más ligera, por lo que crees que tiene menos calorías

La realidad: Es leche con lactosa predigerida. (el azúcar (lactosa) se divide en sus dos componentes glucosa y galactosa). Es decir, separado para que las personas que no generan suficiente lactosa, la enzima encargada de romper el enlace entre glucosa y galactosa, puedan consumir leche sin que les genere molestias. Por tanto, este producto tiene las mismas calorías, azúcares, proteínas y grasa que la leche corriente y moliente.

Mi consejo: No compres una leche que te suponga gastar el doble de dinero si realmente no eres intolerante a la lactosa. Además, si dejamos de consumir lactosa, nuestro cuerpo no sintetiza lactosa, y por tanto, podemos volvernos intolerantes.

 

PAN MULTICEREALES

Lo que dicen los anuncios: Pan elaborado con diversos cereales por ser una alternativa mucho más saludable que el clásico hecho con harina de trigo refinada.

La realidad: Es habitual pensar que los multicereales son integrales, pero lo único que significa es que están elaborados con harina –refinada o no– de diferentes tipos de cereales. El exceso de cereales refinados no es aconsejable para la salud.

Mi consejo: Si te gusta mucho tomar pan, escoge siempre el que esté elaborado a partir de harinas de granos enteros. Es decir, aquellos que al girar el envase y mirar en la lista de los ingredientes indique que contienen harina integral.

 

EMBUTIDOS DE PAVO
Lo que dicen los anuncios: El pavo no puede faltar en tu dieta. Es un alimento rico en proteínas y bajo en grasa. Y, por tanto, los embutidos de pavo también lo son.

La realidad: Los embutidos, sean de lo que sean, son carne mezclada con grasa. Las versiones de pavo son tan ricas en calorías y en grasa como los de cerdo. Si escogemos el fuet como ejemplo, vemos que tanto el de pavo como el de cerdo tiene cerca de un 40% de grasa y unas 450kcal por 100g. Y la grasa del pavo no es, tampoco, de mejor calidad.

Mi consejo: Los productos cárnicos elaborados no son alimentos que deban consumirse habitualmente. Si en alguna ocasión quieres comer embutido, no te andes con tonterías, y simplemente escoge el que más te apetezca para darte el capricho

 

PRODUCTOS LIGHT Y 0%
Lo que dicen los anuncios: Productos con 0% grasas o 0% azúcares que, por tanto, van a ser mucho menos calóricos y más saludables que sus compañeros. Y, además, te ayudan a adelgazar sin tener que pasar hambre.

La realidad: Los productos light lo único que indican es que tienen un 30% menos de kcal que el producto normal. Un alimento 0% es reducido en algún nutriente (grasa, azúcar…) pero el resto de nutrientes sigue estando en las mismas proporciones por lo que “engordan” tanto como los otros.

Mi consejo: Mira bien las etiquetas. Un ejemplo típico son los yogures 0% grasas con sabor chocolate o tarta de queso. No tienen apenas grasas en su composición pero, por otra parte, están añadiendo una gran cantidad de azúcar en el producto.

 

VINO TINTO

Lo que te venden: Una copita de vino tinto al día protege tu corazón y reduce el riesgo cardiovascular. De hecho, es un producto de baja graduación alcohólica y rico en antioxidantes.

La realidad: Los efectos perjudiciales del poco alcohol que tiene el vino son mucho mayores que los beneficios que te puede aportar. El alcohol es un potente carcinogénico, por eso la Unión Europea ha prohibido que las bebidas alcohólicas de graduación superior a 1,2 se anuncien como saludables.

Mi consejo: Toma, sobre todo, agua. Si quieres aportar los beneficios del resveratrol del vino, mejor come uva. Por supuesto, si te apetece tomar una copa de vino por gusto ¡adelante!, pero no pienses que le estás haciendo un gran favor a tu corazón.

 

Fdo.: María Guillén Asensio
Dietista-Nutricionista

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