Un proceso de divorcio destructivo puede conllevar en los hijos consecuencias que van a afectar a su desarrollo emocional y afectivo. Estas formas de actuar que se describen a continuación tienen en común que los padres no priorizan en ningún caso el “interés superior del menor”.

  • Instrumentalización de los hijos. Entendemos por la instrumentalización de los hijos cuando uno de los padres o ambos utilizan a los hijos haciéndolos partícipes del conflicto conyugal. Encontramos distintos tipos:
    • El niño escindido: el menor actúa ante cada progenitor como si el otro no existiese. Aprenden a llevar una doble vida. El progenitor no permite que se hable del otro progenitor.
    • El niño mensajero: los progenitores recurren al hijo para comunicarse entre ellos.
    • El niño espía: el niño es utilizado por alguna de las partes para averiguar detalles de la expareja.
    • El niño colchón: el menos hace un sobreesfuerzo por minimizar y amortiguar el conflicto entre los padres.
    • El niño edredón: es un niño “parentalizado”, es decir, uno de los cónyuges le da un rol que no le corresponde (el hijo deja de ser hijo, asume unas funciones parentales tratando de proteger al padre más débil).
    • El niño bate de béisbol: es utilizado como un arma para hacer daño al ex-cónyuge.
    • El niño invisible: el menor es ignorado por uno de los padres. Suele ocurrir cuando hay dos hermanos. Un progenitor ignora al hijo que está más cerca del otro progenitor.
    • El subversivo subvencionado: un progenitor alienta la desobediencia del hijo hacia el otro progenitor.
  • Conflicto de lealtades. El niño se encuentra en un dilema en el que quiere ser leal a los dos padres y no quiere defraudar a ninguno. Crea mucha ansiedad en el menor pues éste hace un gran esfuerzo en complacer a ambos situándose en medio del conflicto conyugal. ¿Por qué se crea en el menor este conflicto?
    • Quiere ser leal: la lealtad es un compromiso que tenemos con nuestros padres. El niño quiere a su padre y a su madre, depende emocionalmente de ellos.
    • El menor tiene miedo a ser abandonado o que no alguno de sus padres le deje de querer por no elegir.
    • Los padres fomentan el conflicto de lealtades en el menor cuando le transmiten al hijo que debe elegir entre papá y mamá.
    • Es responsabilidad de los padres tomar las decisiones que afectan al menor y sobre el futuro familiar. Delegar la toma de decisiones en el menor acrecienta el conflicto en el mismo. No es su responsabilidad decidir.
    • El conflicto va a ir aumentando ya que la lealtad hacia uno de ellos supone, inevitablemente, la deslealtad hacia el otro.

¿Cómo reducir los efectos negativos del conflicto de lealtades?

  1. Colaboración entre los padres
  2. Dar al niño el permiso psicológico explícito de que puede estar con ambos y que ellos van a ser siempre sus padres y van a estar ahí.
  3. Reforzar la imagen positiva del otro progenitor. No denigrar.
  4. Apoyar la autoridad del otro progenitor.
  5. Apoyar el cumplimiento del régimen de visitas o de la custodia compartida.
  6. Propiciar la involucración del otro progenitor en el cuidado parental.
  • Síndrome de alienación parental: es un desorden que se da principalmente en el contexto de conflictos de custodia entre los padres. Su manifestación primaria es la campaña de denigración de un hijo contra uno de los padres o de exagerada denigración hacia el padre objetivo. Este síndrome es caracterizado por el conjunto de síntomas que resultan del proceso por el cual un progenitor transforma la conciencia de sus hijos mediante distintas estrategias, con objeto de impedir, obstaculizar o destruir sus vínculos con el otro progenitor”. Causas:
    • Indisponer al niño con comentarios negativos contra el otro padre.
    • Transmitir información al menor que puede enturbiar al otro progenitor.
    • Trasladar al niño la decisión de visitar al otro progenitor.
    • Hacer que el niño se sienta culpable por querer estar con el otro padre.
    • Utilizar una vinculación fuerte con el hijo para debilitar el vínculo paterno-filial con el otro progenitor.
    • Castigar emocionalmente cuando el niño expresa sentimientos positivos hacia el otro.

Desde Inicia Sarabia Psicología, apostamos por seguir un proceso de divorcio saludable con el objetivo de evitar el negativo impacto del divorcio en los hijos, defendiendo su bienestar.¡Trabajemos juntos!

Fdo.: Natalia Gracia Sánchez

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