La llegada del verano se convierte en un quebradero de cabeza para los padres de algunos adolescentes.

Algunos saben organizar ellos mismos  su verano para aprovechar el tiempo de descanso con actividades productivas; en cambio, muchos otros dedican sus vacaciones  a hacer el vago y sus padres se desesperan y aparecen las riñas y los enfados.

¿Cómo podemos evitar estas situaciones?

Debemos saber planificar con antelación porque el verano da para mucho.

Lo primero que se debe hacer es rechazar el argumento de “es que como he aprobado el curso escolar, en vacaciones quiero descansar”.

El verano es largo y da tiempo para todo.

Es aconsejable:

  • Trabajar y reforzar las áreas en las que han estado más flojos durante el curso. Aunque el curso haya finalizado, al final del verano empezará uno nuevo y hay que tener en cuenta que según se avanza, los estudios resultan  más duros. Por eso, el verano es un momento ideal para reforzarlas.
  • Realizar un trabajo. Es otra alternativa muy útil que les proporciona entretenimiento, aprendizaje y dinero para sus gastos.
  • Practicar deporte.
  • Trabajar en campamentos deportivos, escuelas de verano o asociaciones dedicadas al deporte infantil, con esto irán reforzando actitudes como la disciplina y la responsabilidad que pueden ser muy valiosas para su vida.
  • Aprovechar para apuntarse a cursos intensivos de idiomas.
  • Leer y ver cine. lo ideal es que padres e hijos busquen juntos aquellos libros y películas que sean entretenidos y aporten algo de aprendizaje.
  • Apuntarlos a campamentos de verano, mejoran la socialización y les permite conocer gente nueva y divertirse.
  • Trabajo voluntario.
  • Colaborar en casa.
  • Intercambio internacional para conocer otros países y su cultura y aprender o practicar otros idiomas.
  • Organizar un viaje en familia.

 

Debemos:

  • Establecer de manera consensuada junto a sus hijos el tiempo que necesitan estar conectados a internet, incluyendo el tiempo de estudio y el de ocio acorde a su edad.
  • Enseñe a sus hijos que hay tiempo para todo, por lo que se debe establecer el periodo del día en que se pueden usar los videojuegos.
  • Observar si es adecuado el uso que vuestros hijos hacen del móvil. Edúquele en el uso coherente del mismo.
  • Establecer una rutina diaria de horarios de levantarse y acostarse y hábitos. Es importante pactarlo con ellos para que se impliquen y estén dispuestos a cumplirlo.
  • Planificar con antelación qué momentos vamos a poder  dedicar  a estar con sus hijos. Una vez que lo sepamos, hablaremos con ellos  y llegaremos a un acuerdo entre todos.  Es importante que si les proponemos algo, que sea algo que les gusta o apetezca.
  • Establecer las reglas previamente y jerarquizarlas.
  • Escuchar sus necesidades y atenderlas dentro de lo posible.

 

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