La adolescencia es una etapa en la que los jóvenes experimentan importantes cambios físicos y psicológicos. Estos cambios influyen en la autoestima de los adolescentes, dando lugar cambios en sus comportamientos. Así, podremos encontrar adolescentes apáticos, tristes, o rebeldes. Un adolescente rebelde o conflictivo no surge de un día para otro. Son variados los factores que pueden influir en la aparición de esta conducta en la etapa adolescente
¿Por qué los adolescente son rebeldes?
Solemos atribuir la aparición de esta conducta únicamente a la educación que se le da al adolescente de niño desde la primera infancia. Como hemos comentado antes, son muchos los factores influyentes. Los numerosos cambios físicos y emocionales que experimenta en esta etapa pueden provocar que esté agresivo. Las experiencias que empiezan a vivir provocan una mezcla de emociones que el joven aún no sabe manejar. Es una etapa de búsqueda de su propia identidad. Sienten que ya no son pequeños y que pueden tomar sus propias decisiones. Así, se abre un distanciamiento de las figuras de apego principales, papá y mamá, y un acercamiento hacia su grupo de iguales. Es una etapa donde los jóvenes empiezas a percibir injusticias en el trato dentro y fuera del seno familiar
Este tipo de conductas de adolescente rebelde, son una manera de poner a prueba los límites impuestos a lo largo del proceso de aprendizaje.
Todas estas conductas son una señal que el niño se ha convertido en un adolescente rebelde y este comportamiento es completamente normal. Es el momento donde los adultos deben de actuar con autoridad, paciencia y con mucha mano izquierda. El problema aparece que cuando esta rebeldía se excede de la normalidad y los padres no tienen estrategias para lidiar con ella.
Cómo actuar ante adolescentes rebeldes
Los adolescentes no son problemáticos porque sí.
La comunicación y la confianza que darán los progenitores a sus hijos durante su educación serán claves para que el niño aprenda las herramientas suficientes para hacer frente a la adolescencia. Para ello aquí os damos algunas pautas y consejos para padres y madres:
- Invertir tiempo de calidad y energía en su educación.
- Establece normas y límites adecuados, coherentes y consensuados entre los progenitores.
- Atribuye a tus hijos las responsabilidades adecuadas a cada edad y etapa evolutiva desde la infancia hasta la adolescencia, ni más ni menos.
- Ayúdales a gestionar sus emociones y a tener pensamiento crítico ante las cosas. Es importante que aprendan a identificar y expresar qué están sintiendo. Escucha y valida su emoción.
- Se flexible y evita reacciones viscerales.
- Déjale aprender de sus errores. Si nuestro hijo se equivoca, aprenderá tras asumir sus propias consecuencias.
- Ten cuidado con evocar en tu hijo/a deseos, metas y objetivos propios que en su día no pudiste realizar.
La adolescencia es una etapa de desarrollo necesaria, en la que el papel de los progenitores pasa a ser la de guiar y acompañar de forma inteligente. Es importante comprender que los adolescentes necesitan despegarse de la protección materna y paterna para empezar a ser independientes y poder ser, en un futuro, adultos responsables, eficaces y felices con sus propias metas y objetivos.
Fdo.: Laura Llinares Espí.
Psicóloga Infato-Juvenil