Ponerse de nuevo en marcha tras un periodo largo de descanso sin horarios, sin prisas y sin apenas obligaciones supone un gran esfuerzo para muchos. La vuelta al trabajo, reencontrarse con la realidad y retomar la rutina, requiere algo de tiempo para poder recuperar el ritmo y nivel de rendimiento habitual al cien por cien.
Para unos supone empezar una nueva etapa con energía renovadas pero, para otros que quizás no se sientan satisfechos consigo mismos o están mal en su trabajo, además de la necesidad de readaptación hay que sumarle la aparición de sentimientos de frustración, causando niveles altos de ansiedad. En estos casos las vacaciones suponen una liberación y la obligación de volver al trabajo dificulta, retrasa e intensifica el malestar de esta reincorporación.
El estrés o síndrome postvacacional no es más que la dificultad para adaptarse de nuevo a la rutina laboral o escolar tras un periodo vacacional prolongado. Podemos sentir cansancio generalizado, tensión muscular, falta de concentración e interés, nerviosismo, irritabilidad, pensamientos de preocupación o dificultad para organizarse.
¿Cómo podemos manejar esta vuelta al trabajo de forma exitosa?
- Retoma hábitos y horarios rutinarios un par de días antes de comenzar.
- Haz un resumen de tus días de vacaciones.
- Recuerda algún momento de especial satisfacción o bienestar.
- Trata de recordar esas buenas sensaciones que ese momento evocó en ti y revívelas en momentos de malestar.
- Planea alguna actividad agradable sencilla a corto plazo para el próximo fin de semana.
Se trata de algo transitorio y breve. ¡Ten paciencia! En cuestión de una semana habrás retomado el ritmo de tu día a día.
Fdo.: Cristina Sarabia Pérez